miércoles, 26 de marzo de 2014

ISABEL LA CATÓLICA, la tenacidad hecha reina

Isabel la Católica
Isabel I de Castilla nace el 22 de abril, Jueves Santo, de 1451 en Madrigal de las Altas Torres (Ávila). Es hija de Juan II de Castilla y de su segunda mujer, Isabel de Portugal.
Enrique IV de Castilla
Dos años después, nace en Tordesillas, su hermano Alfonso. Tiene también otro hermanastro, Enrique, fruto de un anterior matrimonio de su padre Juan II de Castilla y María de Aragón, que accedería al trono a la muerte de su padre, en 1454, como Enrique IV de Castilla.
A la muerte de su padre, Isabel y su hermano Alfonso, son enviados con su madre a la villa de Arévalo. Su madre sufre de ataques de locura. Es una época llena de dificultades, incluso económicas. Entabla una gran amistad con Beatriz de Silva y conoce otros personajes muy importantes en su vida; Gutierre de Cárdenas, su esposa Teresa Enríquez y Gonzalo Chacón.
Juana de Castilla
En 1461, Isabel y su hermano Alfonso son llevados a Segovia, lugar donde se emplazaba la Corte, porque iba a nacer doña Juana de Castilla, hija de su hermanastro Enrique IV y Juana de Portugal. La alegría de tener una heredera al trono de Castilla pronto se truncó con los rumores propagados por los enemigos del rey que apodaron a Juana "la Beltraneja" ya que defendían que el padre de Juana era Beltrán de la Cueva.
Farsa de Ávila
Una parte de los nobles se enfrentó al rey Enrique y formó un bando alrededor de Alfonso, que en aquel entonces tenía 12 años y llegó a deponer a Enrique en la "farsa de Ávila". Isabel permaneció al lado de Alfonso durante este tiempo pero en 1468 Alfonso muere en Cardeñosa, seguramente envenenado.
Juan II de Aragón
El rey Enrique IV inicia contactos diplomáticos con otras casas reales para lograr un matrimonio de Isabel que le reporte beneficios. Rompe el compromiso que Isabel tenía desde los tres años con Fernando, hijo de Juan II de Aragón para comprometerla con Carlos, principe de Viana. El matrimonio no se consolidó por la férrea oposición de Juan II de Aragón.
Alfonso V de Protugal
De nuevo Enrique IV intentó desposar a Isabel con el rey Alfonso V de Portugal (primo en segundo grado de Isabel y hermano de su mujer Juana de Portugal), casi 20 años mayor que ella, a la vez que comprometía a su hija Juana de Castilla con el principe Juan, hijo de Alfonso V de Portugal. De esta manera Isabel iría a Portugal con su marido Alfonso V y a la muerte de Enrique IV, Alfonso V heredaria la corona de Castilla por estar casado con Isabel y a la muerte de Alfonso V, su hijo Juan y Juana heredarían las coronas de Castilla y Portugal. Isabel se negó. En 1464 logró reunir a Isabel y a Alfonso V en el Monasterio de Guadalupe, pero le rechazó, alegando la diferencia de edad entre ambos. 
Pedro Girón
Cuando contaba 16 años, fue comprometida con don Pedro Girón, de 43 años, Maestre de Calatrava y hermano de don Juan Pacheco; pero Girón murió por causas desconocidas mientras realizaba el trayecto para encontrarse con Isabel.
Inscripción que recuerda el tratado
de la Concordia de Guisando
Tras la muerte de su hermano Alfonso, los nobles presionan a Isabel a proclamarse reina. Isabel declina dicha petición mientras Enrique IV estuviera vivo pero consigue que su hermanastro le otorgue el título de Princesa de Asturias, en una discutida ceremonia que tuvo lugar en los Toros de Guisando, el 19 de septiembre de 1468, conocida como la Concordia de Guisando. De esta manera, Isabel se constituye como heredera a la corona, por delante de Juana, su sobrina y ahijada de bautismo, a quien parte de la nobleza no consideraba legítima para ocupar el trono por las dudas que había sobre su paternidad. A partir de este momento, Isabel pasa a residir en Ocaña, villa perteneciente a don Juan Pacheco, marqués de Villena.
Luis XI de Francia
Enrique IV  trata de casar de nuevo a Isabel con el duque de Guyena, hermano de Luis XI de Francia. De nuevo Isabel se negó. El monarca Luis XI pide entonces la mano de Juana de Castilla para su hermano, el duque de Guyena. Los esponsales se realizan en Medina del Campo, en 1470, pero el duque muere en 1472, en circunstancias no esclarecidas, antes de conocer a la novia.
Fernando II de Aragón
Mientras tanto, el rey Juan II de Aragón negocia en secreto con Isabel la boda con su hijo Fernando. Tanto Isabel como sus consejeros piensan que es el mejor candidato para esposo, pero había un impedimento legal, ya que eran primos segundos (sus abuelos, Fernando de Antequera y Enrique III, eran hermanos). Necesitaban por tanto una bula papal que les exonerara de la consanguinidad. El Papa no llegó a firmar este documento temeroso de las consecuencias negativas que ese matrimonio podrían acarrearle con los reinos de Castilla, Portugal y Francia, todos ellos interesados en desposar a Isabel con otro pretendiente.
Palacio de los Vivero
Personas del entorno de Isabel falsificaron una supuesta bula emitida en junio de 1464 por el anterior Papa, Pío II, a favor de Fernando, en la que le permitía contraer matrimonio con cualquier princesa con la que le uniera un lazo de consanguinidad de hasta tercer grado. Isabel aceptó y firmaron las capitulaciones matrimoniales de Cervera, el 5 de marzo de 1469. Para los esponsales y ante el temor de que Enrique IV abortara sus planes, en mayo de 1469, con la excusa de ir a visitar la tumba de su hermano Alfonso en Ávila, Isabel escapó de Ocaña, donde era custodiada estrechamente por don Juan Pacheco. Por su parte Fernando atravesó Castilla en  secreto, disfrazado de mozo de mula de unos comerciantes. Finalmente el 19 de Octubre de 1469 contrajeron matrimonio en el Palacio de los Vivero de Valladolid.
Papa Sixto IV
Rodrigo de Borgia
futuro Papa AlejandroVI
Este matrimonio le costó a Isabel el enfrentamiento con su hermanastro Enrique IV y para mediar en el conflicto, en 1471, el Papa Sixto IV envía al cardenal Rodrigo de Borgia (futuro Papa Alejandro VI) a España, como legado papal para arreglar diversos asuntos en la península, entre ellos este enlace. Rodrigo Borgia trae la "Bula de Simancas", que dispensaba a la pareja de la consanguinidad pero se la concede a cambio de que ellos le concedieran a su hijo Pedro Luis la ciudad de Gandía. Isabel y Fernando cumplieron su parte del trato en 1485.
Monasterio de San Juan de los Reyes
Tratado de Alcaçovas
A la muerte de Enrique IV, Isabel se proclama Reina de Castilla el 13 de diciembre de 1474 en Segovia, basando su legitimidad en el Tratado de los Toros de Guisando. Estalla entonces la Guerra de Sucesión Castellana entre los partidarios de Isabel y los de su sobrina Juana. El Tratado de Alcaçovas, celebrado el 4 de septiembre de 1479, pone fin a la contienda, reconociendo a Isabel y Fernando como reyes a cambio de ciertas concesiones a Portugal. Tras la guerra, Isabel mandó construir el Monasterio de San Juan de los Reyes.
Isabel y Fernando tuvieron cinco hijos; Isabel de AragónJuan de Aragón, Juana I de Castilla, María de Aragón y Catalina de Aragón. Los educó con arreglo a las obligaciones que tendrían en el futuro debido a su rango de príncipes, pero siempre velo por su bienestar.
Durante las campañas militares de Fernando, Isabel siempre estuvo en la retaguardia, acompañada de sus hijos y pendiente de proveer lo necesario. Su ayuda fue decisiva en la rendición de Baza en la Guerra de Granada. Fernando pide a Isabel que se presente en el campo de batalla para levantar la moral de las tropas. Así lo hace Isabel, acompañándose de su primogénita Isabel. El impacto de esta visita fue inmediato tanto en las tropas cristianas como en la población asediada que inició su rendición, no ante el rey guerrero sino ante su valerosa esposa. Además fue la precursora del Hospital de campaña, al hacerse acompañar de personal médico y ayudantes para atender a los heridos en el campo de batalla.
Santa Inquisición
Edicto de Granada
La Santa Hermandad
Durante su reinado se producen hechos transcendentales para el futuro del reino, como el establecimiento de la Santa Inquisición en 1480, la creación de la Santa Hermandad, la incorporación del Reino nazarí de Granada, así como la unificación religiosa de la Corona Hispánica, basada en la conversión de los judíos, so pena de muerte o expulsión por el Edicto de Granada en 1492, y más tarde la de los musulmanes.
Cristobal Colón
Monjes paulinos
Cree en el proyecto que le plantea Cristóbal Colón de ir a Las Indias hacia el oeste y patrocina el viaje. En 1492 Colón llega a las costas de América creyendo haber llegado a Las Indias. Comienza un proceso de evangelización de los indígenas nativos, confiándoles esta tarea a los monjes paulinos húngaros que se marcharon a las nuevas tierras en los próximos viajes de Colón.
Tratado de Tordesillas
Isabel y Fernando firmaron con Potugal el Tratado de Tordesillas en 1494, que delimitó sus esferas de influencia en el océano Atlántico. Por deseo de los comerciantes urbanos se creó la Santa Hermandad, cuerpo de policía para la represión del bandidaje, creando unas condiciones mucho más seguras para el comercio y la economía.
Para sus campañas militares contó con el servicio de Gonzalo Fernández de Córdoba (El Gran Capitán), que intervino en la conquista de Granada (1492), en las dos primeras Guerras de Italia y en la toma de Cefalonia (1500).
Rosa de Oro
de la Cristiandad
Debido a sus virtudes cristianas, a la conquista de Granada, a la expulsión de los judíos y la cruzada contra los musulmanes, Fernando e Isabel recibieron el título de Reyes Católicos, otorgado por el Papa Alejandro VI, mediante la bula "Si convenit" el 19 de diciembre de 1496. Dicho título es heredado por los descendientes al trono, tanto austrias como borbones, poseyéndolo actualmente el rey Juan Carlos I de España. El papa Alejandro VI le concedió la distinción honorífica de Rosa de Oro de la Cristiandad en 1500.
Felipe el Hermoso
Los últimos años de su vida estuvieron marcados por las desgracias familiares; la muerte de su único hijo varón y el aborto de su esposa, la muerte de su primogénita y de su nieto Miguel (que iba a unificar los Reinos de los Reyes Católicos con el de Portugal), la presunta locura de su hija Juana y las desavenencias con Felipe el Hermoso y el destino de su hija Catalina tras la muerte de su esposo inglés, la sumieron en una profunda depresión que hizo que vistiera de luto integro.
Estando la corte en Medina del Campo (Valladolid), se le declaró una grave enfermedad, una hidropesía (cáncer de útero). Pidió recibir la extremaunción y el Santísimo Sacramento y falleció poco antes del mediodía del 26 de noviembre de 1504, en el Palacio Real.
Primero fue inhumada en el monasterio de San Francisco de la Alhambra, el 18 de diciembre de 1504, en una sencilla sepultura, según su deseo. Poco después, sus restos mortales, junto con los de su esposo Fernando, fueron trasladados a la Capilla Real de Granada. En su museo se encuentran el cetro y la corona de la reina.
El testamento original de la reina se conserva en el Real Monasterio de Guadalupe. Una copia se envió al monasterio de Santa Isabel de la Alhambra de Granada y otra a la catedral de Toledo, aunque desde 1575 pasó al Archivo General de Simancas.
En su testamento dejó dicho que sus sucesores debían de esforzarse en conquistar para el cristianismo el Norte de África siguiendo la conquista peninsular, pero el descubrimiento de América hizo que los esfuerzos de los reinos castellanos se alejasen de ese objetivo.
Capitulación de Granada
Tuvo gran interés en defender la igualdad de sus súbditos americanos con los del Viejo Mundo, hecho por el que ha ganado el título de "precursora de los Derechos Humanos", a pesar de haber decretado en Castilla la conversión obligada de los judíos, so pena de expulsión por el Decreto de Granada y más tarde empujada por su marido y por el papado, a romper las Capitulaciones de Granada, pactadas con Boabdil, y obligar a la conversión de los musulmanes.
La historiografía española considera el reinado de los Reyes Católicos como la transición de la Edad Media a la Edad Moderna. Con su enlace matrimonial se unieron provisionalmente, en la dinastía de los Trastámara, dos coronas: la Corona de Castilla y la Corona de Aragón, dando nacimiento a la Monarquía Hispánica y, apoyados por las ciudades y la pequeña nobleza, establecieron una monarquía fuerte frente a las ansias de poder de eclesiásticos y nobles.
Con la conquista del Reino nazarí de Granada, del Reino de Navarra, de Canarias, de Melilla y de otras plazas africanas, consiguieron la unión territorial bajo una sola corona de la totalidad de los territorios que hoy forman España, exceptuando Ceuta y Olivenza que entonces pertenecían a Portugal, manteniendo las soberanías, normas e instituciones propias de cada reino y corona.
Los Reyes establecieron una política exterior marcada por los enlaces matrimoniales de sus hijos con varias familias reales de Europa dando la hegemonía de los Habsburgo durante los siglos XVI y XVII.
El descubrimiento de América en 1492, modificó profundamente la historia mundial.
El primer escudo que puede considerarse en alguna medida como Escudo de España, es el que, con el águila de San Juan como soporte, adoptaron Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón en 1475. En este escudo quedaban representadas de forma intencionada y políticamente equilibrada las dos entidades políticas en la Península Ibérica a finales del siglo XV; la Corona Castellano-Leonesa y la Corona de Aragón o Confederación Catalano-Aragonesa.
Escudo de los Reyes Católicos
en 1475
Escudo de la Reyes Católicos
desde 1492
Escudo de los Reyes Católicos
antes de la toma de Granada 

Unidas ambas Coronas bajo la misma Monarquía, son el origen de la España actual, quedando completa su extensión territorial con la reconquista de Granada en 1492 y la incorporación de Navarra a la Corona de Castilla tras su conquista por Fernando en 1515.

miércoles, 12 de marzo de 2014

HIPATIA DE ALEJANDRÍA, maestra de hombres importantes

Hipatia de Alejandría
Hipatia nació en Alejandría, capital de la diócesis romana de Egipto, en el año 370. Su padre Teón de Alejandría, un célebre matemático y astrónomo, fue muy apreciado por sus contemporáneos, probablemente debió trabajar y dar clases en la Biblioteca del Serapeo.
Hipatia se educó en un ambiente culto y académico, dominado por la escuela neoplatónica alejandrina y aprendió matemáticas y astronomía de su padre, quien además le transmitió su pasión por la búsqueda de lo desconocido. No conformándose con el saber con las ciencias matemáticas, en las que había sido introducida, se dedicó al estudio de otras ciencias filosóficas con mucha entrega. Estudió también la historia de las diferentes religiones que se conocían en su época, sobre oratoria, sobre el pensamiento de los filósofos y sobre los principios de la enseñanza.
Viajó a Atenas y a Roma con el afán de aprender y enseñar. Consiguió el grado más alto en el arte de enseñar.
Hipatia dando clases
En torno al año 400, la filósofa se había convertido en líder de los neoplatónicos alejandrinos y, de acuerdo a la Suda (enciclopedia bizantina), se dedicó a la enseñanza, centrándose en las obras de Platón y Aristóteles.
La casa de Hipatia se convirtió en un centro de instrucción donde acudían estudiantes de todas partes del mundo romano, atraídos por su fama.
Entre sus alumnos había cristianos, como su alumno predilecto Sinesio de Cirene que llegaría a ser obispo de Ptolemaida entre 409 y 413. Sinesio pertenecía a una familia rica y poderosa y mantuvo una gran amistad con su maestra. Dejó escrita mucha información sobre Hipatia y gracias a ello conocemos sus obras, aunque ninguna se haya conservado. Manifiesta también la devoción que Hipatia despertaba entre sus alumnos y él la saludaba como "madre, hermana y profesora, además de benefactora.
También fueron alumnos suyos entre otros muchos:
  • El hermano menor de Sinesio.
  • Alejandro (tío de Sinesio).
  • Herculiano, gran amigo de Sinesio, al que consideraba "el mejor de los hombres".
  • Olimpio, un rico terrateniente de Seleucia Pieria.
  • Isión, amigo íntimo de Sinesio.
  • Hesiquio de Alejandría, gramático y gobernador de Libia Superior.
  • Eutropio, hermano de Hesiquio.
  • Atanasio, sofista.
  • Gayo, pariente de Sinesio.
  • Teodosio, gramático.
  • Teotecno, sacerdote.
  • Orestes, llegó a ser prefecto imperial de Egipto.
En el siglo V, Egipto era sede de una de las comunidades más importantes del Imperio y el Patriarca de Alejandría gozaba del máximo prestigio e influencia junto a sus colegas de Jerusalén, Antioquía, Constantinopla y Roma. Sin embargo, la teórica primacía de Roma no se traduce en autoridad suprema.
Durante los siglos IV y V los conflictos doctrinales y las luchas de poder entre los patriarcados, en especial entre Alejandría y Constantinopla, fueron constantes.
Teodosio I el Grande 
Teodosio I el Grande (emperador de los romanos), había convertido el catolicismo en religión de Estado por el Edicto de Tesalónica de 380, imponiendo la ortodoxia nicena. Ello provocó la reacción, tanto de los paganos, como las distintas interpretaciones del cristianismo, convertidas ahora en herejías a perseguir y erradicar. En las décadas siguientes tuvieron lugar grandes disputas entre las distintas facciones de cristianos, llegando en ocasiones a la violencia.
Los filósofos neoplatónicos como Hipatia pronto fueron objeto de fuertes presiones. Algunos se convirtieron al cristianismo, pero Hipatia no consintió en ello, a pesar de los consejos de sus amigos, en especial de Orestes, prefecto augustal y alumno suyo, que se había bautizado en Constantinopla antes de ir a desempeñar su cargo a Egipto.
A pesar de su paganismo, Hipatia contó con la estima y protección de las élites intelectuales cristianas, e incluso 120 años después de su muerte el historiador Sócrates Escolástico, muy valorado por su imparcialidad, la consideraba, a pesar de su religión, "un modelo de virtud".
Orestes se dajaba aconsejar por Hipatia en asuntos políticos y municipales y fue consejera de las más altas magistraturas de Alejandría. 
Vestida con el manto de los filósofos, abriéndose paso en medio de la ciudad, explicaba públicamente los escritos de Platón, de Aristóteles o de cualquier filósofo, a todos los que quisieran escuchar.
Teófilo
 patriarca de Alejandría
Juan Crisóstomo
patriarca de Constantinopla
Por entonces el patriarca de Alejandría era el copto Teófilo (385-412), tenía tanta influencia entre las clases altas de Alejandría como la propia Hipatia. Tenía un inmenso poder y en 391 obtuvo del emperador Teodosio una orden para demoler los templos paganos de su ciudad, entre ellos el Mitreo y el Serapeo, lo que provocó sangrientos disturbios entre paganos y cristianos. Hipatia evitó enfrentarse con Teófilo pero si lo hizo el antioqueno Juan Crisóstomo, patriarca de Constantinopla, quien pretendió someterle a su autoridad. Teófilo obtuvo una gran victoria sobre Crisóstomo en el Sínodo de Encina, en 403, logrando su deposición y exilio.
Cirilo
Al fallecer Teófilo, le sucede en el cargo el hijo de su hermana Cirilo, que obtiene el cargo gracias a ser sobrino de Teófilo y a la antipatía de los alejandrinos por todo lo que viniera de Constantinopla.
El episcopado de Cirilo muestra una notable continuidad con la política de Teófilo:
  • Presión contra los paganos, herejes y judíos.
  • Conservación del apoyo de las grandes comunidades monásticas.
  • Cultivo de la alianza con Roma.
  • Oposición a la creciente influencia del Patriarcado de Constantinopla, intimo aliado del trono imperial.
  • Persiguió a los novacianos, a pesar del edicto de tolerancia promulgado hacia ellos por Teodosio I el Grande en 381. Se apoderó de todos sus objetos sagrados y quitó al obispo novaciano Teopompo todas sus posesiones.
  • Comenzó una amarga hostilidad con el prefecto imperial Orestes, que veía en el poderoso obispo un detractor del poder y autoridad del Emperador.
Orestes informó al Emperador de las acciones de Cirilo y debió de pedir la deposición y destierro de Cirilo. Cirilo buscó entonces reconciliarse con Orestes pero éste se negó. LLegaron 500 monjes procedentes del Desierto de Nitria para proteger a su patriarca Cirilo y provocaron una sedición. Al ver a Orestes que circulaba en un carro, se abalanzaron sobre él llamándole adorador de ídolos y pagano e insultándole. Orestes gritó que era cristiano y que le había bautizado el propio Patriarca de Constantinopla pero uno de los monges le hirió de una pedrada en la cabeza. El autor de la pedrada fue detenido, torturado y muerto pero Cirilo enterró su cadáver en una iglesia y le tributó honores de mártir, con lo que la ruptura entre el Patriarca Cirilo y el representante imperial Orestes fue total.
Hipatia
Empezó entonces a correr el rumor entre los cristianos de Alejandría de que la causante de la discordia entre Cirilo y Orestes era la influencia que ejercía  Hipatia sobre su ex alumno Orestes y presumiblemente su oposición a los abusos del poder religioso.
En plena Cuaresma, un grupo de fanáticos dirigidos por un lector de nombre Pedro, se abalanzó sobre Hipatia mientras regresaba en carruaje a su casa, la golpearon y la arrastraron por toda la ciudad hasta llegar al Cesáreo (catedral de Alejandría). Allí, la desnudaron y golpearon con piedras y tejas hasta descuartizarla. Sus restos fueron paseados en triunfo por toda la ciudad hasta un lugar denominado Cinareo (se supone que es un crematorio).
El historiador más cercano a los hechos Sócrates Escolástico, muy valorado por su ecuanimidad, vincula a Cirilo con el asesinato de Hipatia.
Ágora, película sobre la vida de Hipatia
En el año 2009, Alejandro Amenábar, llevó al cine la vida de Hipatia en una película titulada Ágora. El espectacular film refleja fielmente la vida de Hipatia así como los acontecimientos ocurridos en la época en que se desarrolla la película.
Ágora ganó 7 Premios Goya, incluyendo el de mejor guión original para Alejandro Amenábar y Mateo Gil. Tuvo una gran aceptación entre el público y a mí en particular me pareció una gran producción.