Concepción Arenal |
Concepción Arenal nace en el Ferrol el 31 de enero de 1820, en el barrio Ferrol Vello. Hija de un militar que sufrió represión por su ideología liberal y por estar en contra del régimen monárquico absolutista del rey Fernando VII. A causa de su paso por la prisión, su padre enfermó y murió cuando Concepción contaba 8 años.
En 1829 se traslada con su madre y su hermana a Armaño (Cantabria), donde recibió una estricta educación religiosa. En 1834 se van a Madrid y allí estudia en un colegio para señoritas. Siete años más tarde en contra de la voluntad de su madre, entra como oyente en la Facultad de Derecho de la Usiversidad Central de Madrid, vistiendo ropas masculinas, ya que en aquella época, esa educación estaba vedada a las mujeres. Participa en tertulias políticas y literarias, luchando contra lo establecido en la época para la condición femenina.
En 1848, acabada la carrera, se casó con el también abogado y escritor Fernando García Carrasco. Junto con su marido colaboran en el periódico liberal "La Iberia", hasta 1857 en que Fernando muere de tuberculosis. Viuda y con sus dos hijos se traslada a Potes (Cantabria) donde conoce a un joven músico, Jesús de Monasterio, presidente de las Conferencias de San Vicente de Paúl que le anima a fundar en 1859 el grupo femenino de las Conferencias de San Vicente de Paúl para ayuda de los pobres. En 1860 escribe para dichas conferencias, "La beneficiencia, la filantropía y la caridad", que dedica a la Condesa Espoz y Mina y que presentará al concurso que convoca la Academia de Ciencias Morales y Políticas, bajo el nombre de su hijo Fernando, que entonces tenía 10 años. Obtiene el premio, siendo la primera mujer premiada por la Academia.
En 1863 se convierte en la primera mujer que recibe el título de Visitadora de Cárceles de Mujeres, cargo que ostentó hasta 1865. Tras este título escribe una serie de libros de poesía y ensayo como: Cartas a los delincuentes (1865), Oda a la esclavitud (1866) -obra premiada por la Sociedad Abolicionista de Madrid-, El reo, el pueblo y el verdugo o La ejecución de la pena de muerte (1867).
En 1868, es nombrada Inspectora de Casa de Corrección de Mujeres y tres años más tarde comienza a colaborar con la revista La Voz de la Caridad, de Madrid, en la que escribe durante catorce años sobre las miserias del mundo que la rodea.
Monumento de Concepción en Ferrol |
En 1872 funda la Constructora Benéfica, sociedad que se dedica a la construcción de casas baratas para obreros. Organiza en España la Cruz Roja del Socorro, para atender a los heridos de las guerras carlistas, poniéndose al frente de un hospital de campaña en Miranda de Ebro. En 1877 publica Estudios Penitenciarios.
Con Concepción nace el feminismo en España. Insiste en múltiples escritos en que el papel de madre y esposa son fundamentales en la vida de la mujer pero que puede realizar muchas otras actividades, ya que tiene capacidad para ello y compartirlas con las labores de su hogar.
En el terreno educativo fue donde más avanzó el feminismo español. Las iniciativas del Krausismo y de la Institución Libre de Enseñanza en 1876 buscaban un avance en la educación, la enseñanza y la cultura femenina. A pesar del esfuerzo el modelo no varió mucho y en las escuelas se siguió trasmitiendo pautas de comportamiento basadas en la función doméstica de la mujer, dedicada exclusivamente a los quehaceres domésticos y al cuidado de la familia.
La resistencia al cambio de la enseñanza femenina fue muy acentuada y el reconocimiento oficial del derecho a la educación superior no se produjo hasta 1910. A lo largo del siglo XIX, el analfabetismo femenino fue muy alto, llegando en muchas zonas hasta el 70%.
Fue considerada por la mayoría de los católicos de su época una heterodoxa. Con la creación de la Acción Católica de la Mujer, el feminismo católico y conservador propugnado por el Movimiento católico, realiza un constante hostigamiento al feminismo católico y reformista de Concepción Arenal que a principios del siglo XX representa la Asociación Nacional de Mujeres Españolas.
Murió el 4 de febrero de 1893 en Vigo, donde fue enterrada.
Una de su fábulas de contenido didáctico:
LA PERA VERDE Y PODRIDA
Iba un día con su abuelo
paseando un colegial
y debajo de un peral
halló una pera en el suelo.
Mírala, cógela, muerde;
mas presto arroja el bocado,
que muy podrida de un lado
estaba y del otro verde.
Abuelo, ¿cómo será,
decía el chico escupiendo,
que esta pera que estoy viendo
podrida, aunque verde, está?
El anciano con dulzura
dijo: vínole ese mal
por caerse del peral
sin que estuviera madura.
Lo propio sucede al necio
que, estando en la adolescencia,
desatiende la prudencia
de sus padres con desprecio;
al que en sí propio confía
como en recurso fecundo
e ignorando lo que es mundo
engólfase en él sin guía.
Quien así intenta negar
la veneración debida
en el campo de la vida
se pudre sin madurar.
Iba un día con su abuelo
paseando un colegial
y debajo de un peral
halló una pera en el suelo.
Mírala, cógela, muerde;
mas presto arroja el bocado,
que muy podrida de un lado
estaba y del otro verde.
Abuelo, ¿cómo será,
decía el chico escupiendo,
que esta pera que estoy viendo
podrida, aunque verde, está?
El anciano con dulzura
dijo: vínole ese mal
por caerse del peral
sin que estuviera madura.
Lo propio sucede al necio
que, estando en la adolescencia,
desatiende la prudencia
de sus padres con desprecio;
al que en sí propio confía
como en recurso fecundo
e ignorando lo que es mundo
engólfase en él sin guía.
Quien así intenta negar
la veneración debida
en el campo de la vida
se pudre sin madurar.
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