jueves, 24 de mayo de 2012

AGUSTINA DE ARAGÓN



Agustina de Aragón
Agustina Raimunda María Saragossa y Domènech, nació en 1786 en la ciudad de Barcelona, concretamente en el barrio de la Ribera, en la calle de Sombrerers. 
Hija de Francesc Ramon Saragossa i Labastida y de Raimunda Domènech i Gasull, fue bautizada el 6 de marzo de 1786 en la iglesia de Santa María del Mar de Barcelona, contigua a la calle donde nació.
Agustina se casó a los 16 años con Joan Roca i Vilaseca, cabo de artillería, el 17 de abril de 1803. Su marido participó desde el principio en la Guerra de la Indepencia Española, tomando parte en la batalla del Bruch. Los acontecimientos de la guerra los llevaron a él y a Agustina a Zaragoza.
El 15 de junio de 1808, los franceses forzaron las entradas a la ciudad por la zona de Casablanca, intentando penetrar en Zaragoza entre las puertas del Carmen y del Portillo en medio de un intenso ataque artillero, cerrándose el cerco por diversos puntos de la ciudad. El gran asalto del 2 de julio se centró, entre otras zonas, en el Portillo, donde la batería allí dispuesta había ido perdiendo uno a uno a casi todos sus defensores, entonces las tropas francesas se aprestaron a tomarla al asalto. Agustina, que llevaba la comida a su marido, tomó la mecha de manos de un artillero herido y consiguió disparar un cañón sobre las tropas francesas que corrían hacia la entrada. Dice la leyenda que los asaltantes franceses, temiendo una emboscada, se batieron en retirada, y nuevos defensores acudieron a tapar el hueco dejado por los defensores muertos. Esto fue una inyección de moral para las tropas de Zaragoza. 
Monumento a Agustina
A partir de entonces todo el mundo la llamaría "Agustina de Aragón o La Artillera", pasando a ocupar un lugar destacado en las páginas de los libros de historia de España.
Palafox mandó llamar a la joven y sobre el campo de batalla, la felicitó y concedió el distintivo de subteniente con el uso de los escudos de distinción con el lema de cada uno de ellos: "Defensora de Zaragoza" y "Recompensa del valor y patriotismo". La admitió dentro del cuerpo de artilleros, pero como artillero raso. Este nombramiento tenía una parte práctica además de honorífica ya que la pertenencia al cuerpo de artilleros proporcionaba a Agustina el derecho a comer del rancho de los soldados, lo que no era desdeñable en una ciudad sitiada. Posteriormente, sin embargo, Agustina conseguiría sucesivamente los galones de Sargento y de Subteniente.
Agustina no cesó en su empeño de defender su ciudad de los franceses y participó activamente en la defensa de otros sitios de Zaragoza. El 21 de febrero de 1809 y tras dos meses de frenética resistencia, la ciudad maña no pudo aguantar la presión de las tropas napoleónica y cayó irremediablemente. Agustina fue tomada prisionera y liberada en un canje. Recorrió gran parte de España como animadora de los ejércitos, donde su gesta se había hecho muy conocida.
Se casó en segundas nupcias y residió en el sur de España y murió en Ceuta, el 29 de mayo de 1857, a los 71 años de edad.
En 1870 sus restos fueron trasladados a Zaragoza, descansando primero en el Pilar, y desde el 14 de junio de 1908, en la capilla de la Anunciación de la Iglesia de Nuestra Señora del Portillo, donde son venerados como los de una gran heroína por el valor que demostró al defender la Cuidad. Se la considera como uno de los símbolos más representativos de la resistencia española contra los invasores napoleónicos. 

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