lunes, 23 de julio de 2012

NO, NO SOMOS IGUALES



No, no somos iguales, ni falta que hace. El conjunto de nuestros cromosomas hace que cada uno de nosotros seamos únicos. Pero es una realidad que los hombres y las mujeres a su vez somos distintos, tanto física como biológicamente. Lo que no tienen que ser diferentes son los derechos de cada uno de nosotros por el hecho de ser hombre o mujer. Hay algunos trabajos que son más difíciles de realizar por las mujeres pero a la que tenga capacidad de realizarlo no se le pude negar ese derecho simplemente por ser mujer porque seguro que también hay hombres que no podrían realizar dicho trabajo.
Precisamente el que seamos distintos ofrece más posibilidades de realizar distintas tareas, si todos fuésemos médicos, no habría nadie que cultivase la tierra o arquitectos que diseñaran los edificios ni albañiles que los construyeran. Lo que hay que hacer es crear las condiciones para que cada persona desarrolle sus cualidades, para que se realice personalmente y sea un bien para la comunidad.
La forma de percibir el mundo y de procesar la información incide directamente en el razonamiento y en la conducta de los individuos. Cada uno de estos pequeños detalles son las características generales que definen y diferencian el comportamiento del hombre y la mujer.
Sandra Witelson
Sandra Witelson, neurocientífica, conocida por la investigación sobre el cerebro de Einstein en 1990, en un estudio sobre diferencias entre hombres y mujeres, asegura que "El cerebro tiene sexo. Es un órgano sexual, con diferente estructura según se trate de varones o féminas".
Con respecto al Cuerpo calloso: tejido fibroso que conecta los hemisferios derecho e izquierdo, hay estudios contradictorios, por un lado aseguran que el cuerpo calloso es mayor y está más desarrollado en las mujeres y por otro que esas diferencias no son tan perceptibles.
El hipotálamo, con dos áreas bien documentadas: el área preóptica y el núcleo supraquiasmático, tienen claras diferencias entre ambos sexos.
- El área Preóptica, está involucrada en el proceso de apareamiento. En machos de varias especies, el área preóptica es mayor. En los hombres, en concreto, unas 2,2 veces mayor que en las mujeres y contiene el doble de células. Las diferencias aparecen a partir de los cuatro años de edad. A los cuatro años, el número de células de este núcleo disminuye en las chicas. Su función exacta en el comportamiento no se conoce exactamente.
- El núcleo Supraquiasmático, está involucrado en los ritmos circadianos y los ciclos reproductivos. La única diferencia entre hombres y mujeres en esta zona es la forma. En los hombres es una esfera, en las mujeres es más alargada. Es posible que la forma influya en las coxeniones que establece esta zona con otras áreas del cerebro, especialmente del hipotalamo. 
Si bien el cerebro de la mujer es once por ciento menor que el del hombre, el cerebro femenino está más finamente desarrollado.
Los varones tienen una proporción menor de materia gris en el cerebro (donde se procesa la información) que las mujeres y esto puede significar que el cerebro femenino tiene ciertas ventajas en el procesamiento de la información.
Los varones tienen mayor cantidad de materia blanca en el cerebro (fibras largas cubiertas de grasa que transmiten impulsos eléctricos del cerebro al cuerpo) lo que permite que la información se mueva con más facilidad de una región del cerebro a otra.
El mayor volumen de líquido cefalorraquídeo (que funciona como amortiguador del cerebro) en el cerebro masculino, hace que éste sea más resistente a los golpes. Por otra parte el cuerpo calloso, haz de nervios que comunica los hemisferios derecho e izquierdo y ayuda a ambos lados a comunicarse, es más grande en las mujeres, lo que facilita entre otras cosas la habilidad verbal.
Dos zonas del cerebro que son proporcionalmente más grandes en los hombres son:
- La corteza parietal, que procesa señales de los órganos sensoriales e interviene en la percepción espacial.
- La amígdala cerebral, que controla las emociones y la conducta social y sexual.
Cerebro humano
El cerebro de la mujer es diferente al del hombre y aún hay muchas diferencias desconocidas, todas éstas influyen en la recepción de la información, su interpretación y las acciones posteriores que se realizarán debido a estas diferencias.
Hombre:
- Mejor interpretación visuoespacial en tests que examinan la rotación mental y las habilidades de percepción espacial.
- Los lóbulos temporales se activan bilateralmente (PET), en las pruebas de razonamiento matemático, esta específica activación cortical no es observada en mujeres.
- Capacidad para procesar una sola tarea con mayor concentración. Por ejemplo, al leer, disminuye la agudeza auditiva.
Mujer:
- Mejor habilidad lingüística en ciertas habilidades verbales, especialmente en fluencia verbal de tipo fonético pero no semántico.
- Velocidad perceptiva.
- Tareas manuales motoras finas.
- Memoria verbal.
- Capacidad para realizar tareas intelectuales simultáneamente debido a mayor densidad del cuerpo cayoso.
Cromosomas humanos
Hay diferencias genéticas entre ambos sexos. De los 46 cromosomas humanos, en la mujer un par de ellos son XX y en el hombre XY. En el cromosoma Y hay un gen llamado TDF (factor determinante de los testículos) que convierte el tejido indiferenciado en testículos que segregan grandes cantidades de hormonas masculinas.
El hombre es genéticamente más débil que la mujer, padece más enfermedades hereditarias, una de las razones por la cual, la expectativa de vida de la mujer es entre el 4 y  el 12% mayor.
Hay diferencias hormonales, las cuales determinan la parte emocional del carácter:
- La hormona femenina, los estrógenos, estimulan la sensibilidad y el espíritu maternal. Esta cualidad hormonal aumenta sobre todo durante el ciclo menstrual y el embarazo.
- La hormona masculina, la testosterona, genera un carácter cortante, más audaz y agresivo, también genera una violencia correcta para hacer frente a situaciones de fuerza. La testosterona produce hirsutismo, voz grave, masa muscular, desarrollo testicular, etc.
Con la menopausia, la mujer no se vuelve hombre porque la cantidad de testosterona suprarrenal es muy poca y porque los órganos ya están desarrollados.
Con respecto a la sensorialidad las diferencias son:
- Las mujeres tienen mayor agudeza auditiva, gustativa y olfativa.
- Los hombres tienen mayor agudeza visual.
- Las mujeres tienen mayor ángulo de visión.
- El hombre tiene mayor sentido de la profundidad y la perspectiva.
- Las mujeres detectan más fácilmente los sabores amargos y los hombres los salados.
En el aspecto de la salud, los hombres padecen más enfermedades graves y las mujeres más leves. Las mujeres sufren menos problemas cardiovasculares debido a que sus hormonas femeninas las protegen.
A los hombres les afecta más el estrés. Referente a los problemas psicológicos, las mujeres sufren más depresiones, crisis de angustia y más intentos de suicidio, pero hay un mayor número de psicópatas hombres y un número más alto de ellos ponen fin a su vida.
Sobre el tamaño y composición corporal, hasta la edad de 12-14 años, alrededor de la pubertad, los hombres y las mujeres no difieren sustancialmente en:
- Peso.
- Estatura.
- Pliegues cutáneos.
- Anchura de huesos.
- Circunferencias.
Entre los 12 y 13 años, la proporción entre masa grasa y estatura empieza a estabilizarse en las mujeres, pero en los hombres continúa incrementándose hasta la edad de 20 años. En las mujeres la masa grasa alcanza su punto más alto sobre los 18 y 20 años y es el 72% de la alcanzada por los hombres.
Desde los 7 hasta los 25 años la densidad de la masa grasa en las mujeres, es constantemente menor que en los hombres. En la pubertad, las composiciones corporales de los sexos comienzan a cambiar notablemente. El estrógeno ocasiona una mayor deposición de grasa en las mujeres, especialmente en las caderas y los muslos y un mayor ritmo de crecimiento de tejido óseo, esto hace que los huesos de las mujeres alcancen su longitud final antes antes que los del hombre.
El sistema cardiovascular; Las mujeres tienen un menor volumen de sangre, un menor número de glóbulos rojos (aproximadamente un 6% menos) y menos hemoglobina (aproximadamente un 15% menos).
Las mujeres tienen un corazón más pequeño, lo que produce una frecuencia cardíaca más elevada, un menor volumen sistólico y menor pulso de oxígeno.
En las mujeres se observan con cierta frecuencia déficit de hierro e incluso anemias, debido fundamentalmente a los períodos menstruales y a los embarazos.
La regulación de la temperatura corporal; las mujeres tiene más ventajas en ambientes calurosos y húmedos que los hombres, desde el momento que ellas pueden realizar el mismo trabajo con menos pérdida de líquido y menor gasto fisiológico. Soportan mejor un esfuerzo durante horas con una temperatura alta siempre que el grado de humedad sea bajo.
La capacidad aeróbica del hombre es superior a la de la mujer en un 33% cuando se refiere al peso total del cuerpo, pero es mucho menor 17% cuando la relación se establece con el peso magro. Las causas que podían explicar dichas diferencias serían la menor talla y peso de la mujer, así como la de los órganos implicados en el mantenimiento de la capacidad aeróbica: corazón y pulmones, lo que daría lugar a la disminución de los volúmenes funcionales de ambos órganos (volumen sistólico y capacidad vital).
El músculo y la fuerza. En términos fisiológicos y biomecánicos, los músculos son idénticos en el hombre y la mujer. La diferencia reside en que la masa muscular sólo es un 24% en un cuerpo femenino, mientras que suele ser del 40% en cuerpos masculinos. La fuerza de los grupos musculares inferiores son semejantes en el hombre y en la mujer. Los hombres son más fuertes en las partes superiores.
Diferencias sexuales del hombre y la mujer. La respuesta sexual , en general, es más variable en las mujeres que en los hombres. Puede que se deba a las diferencias culturales y educativas más que a factores estrictamente físicos. La mayor parte de las diferencias se refieren a los aspectos psicosexuales y vamos a ver algunas de ellas:
Hombres:
- Excitación en solitario con estímulos sexuales. Pocos hombres se masturban sin fantasías eróticas.
- El estado de ánimo del varón depende de la excitación conseguida. Un hombre puede estar enfadado, incluso molesto con su mujer, pero cambia y se anima cuando advierte la posibilidad de una relación sexual. 
- El hombre se excita cuando tiene estímulos sexuales. No es necesario que todo sea maravilloso.
- Preferencia por estímulos visuales. Es una consecuencia de la necesidad de estímulos sexuales. Al hombre suele gustarle mirar y tener la luz encendida.
- Interés prioritario por las caricias genitales desde el primer momento.
- Necesidad de variaciones en la fase de meseta. El hombre, interesado en los aspectos sexuales, suele buscar incrementos de excitación a base de cambiar de posición, de caricia...
Mujeres:
- La fantasía no es imprescindible en las mujeres. Muchas de ellas, por ejemplo, se masturban y llegan al orgasmo mientras piensan en otra cosa. Lo mismo cabe decir durante la relación de pareja. Hay mujeres que, gozando de la situación, hablan de cosas que no tienen que ver con el momento, lo que suele irritar a los hombres.
- Mucha influencia del "clima". Para empezar la excitación, el ambiente, el entorno, las circunstancias... deben ser lo más agradables que sea posible.
- Preferencia por estímulos auditivos y táctiles, los cuales requieren una actitud positiva por parte del varón. La mujer agradece la luz apagada, así como las buenas palabras y las caricias tiernas.
- Desinterés por las caricias genitales en los primeros momentos. La excitación inicial se logra mejor con caricias en cualquier otra parte del cuerpo, con buena dosis de respeto y nada de exigencia. La mujer agradece las caricias genitales cuando está a punto de llegar a la fase de meseta, pero no antes.
- La mujer, una vez llegada a la fase de meseta, tiene un interés prioritario por llegar al orgasmo. Considera más interesante un tipo de caricia sostenido y continuo que la lleve al orgasmo, que no un surtido de variaciones. Corre el riesgo de perder excitación en los momentos de cambio.

martes, 10 de julio de 2012

MARIE CURIE, una vida dedicada a la radiactividad

Marie Curie
Marie Salomea Sklodowska, nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia. Era la quinta hija de Wladyslaw Sklodowka, profesor de enseñanzas medias en Física y Matemáticas y de Bronislawa Boguska, pianista y cantante.
En aquel tiempo, la mayor parte de Polonia estaba ocupada por Rusia, que tras varias revueltas nacionalistas sofocadas violentamente, habia impuesto su lengua y sus costumbres. Marie junto con su hermana Helena, acuden a clases clandestinas ofrecidas en un pensionado en las que se enseñaba la cultura polaca.
La muerte de su hermana Zofia como consecuencia del tifus y la de su madre dos años más tarde a causa de una tuberculosis, hacen que Marie dejara la religión romana y se volviera agnóstica.
A la edad de cuatro años, ya leía perfectamente. Fue una apasionada de la lectura, especialmente sobre historia natural y física. En la secundaria fue siempre la primera alumna de la clase. Dominaba el polaco, el ruso, el alemán y el francés. Se graduó a los 15 años.
En 1891 Marie se inscribe en la Facultad de Ciencias Matemáticas y Naturales de la Universidad de la Sorbona, París, A partir de este momento pasó a llamarse Marie Sklodowska. A pesar de tener una buena base cultural, tuvo que esforzarse para mejorar sus conocimientos de francés, matemáticas y física, para estar al nivel de sus compañeros.
En 1893 consigue la licenciatura de Física con el primer puesto de su promoción. En 1894 se licencia en Matemáticas, siendo la segunda de su promoción. Para financiarse sus estudios de matemáticas, aceptó una beca de 600 rublos de la Fundación Alexandrowitch, dicho dinero fue restituido más tarde por Marie.
En 1894 conoce al que sería su marido, Pierre Curie, profesor de Física. Trabajan juntos en los laboratorios y se casan al año siguiente en una boda sencilla. Con el dinero que consiguieron en la boda, compraron dos bicicletas con las que recorrerían Francia durante todo el verano.
Pierre y Marie
En 1895 se descubren los Rayos X y en 1896 la Radiactividad natural. Sobre este último descubrimiento, hace Marie su tesis doctoral.
Después de conseguir una doble titulación, el reto de Marie, era conseguir el doctorado, que hasta ese momento, sólo lo había logrado la alemana Elsa Neumann.
El primer paso para al obtención del doctorado, era la elección del tema de su tesis. De acuerdo con su esposo decidieron centrarse en los trabajos del físico Henri Becquerel, que había descubierto que las sales de uranio transmitían unos rayos de naturaleza desconocida, dicho trabajo estaba relacionado con el reciente descubrimiento de los Rayos X por parte del físico Wilhelm Röntgen y Marie y su esposo, investigaron la naturaleza de las radiaciones que producían las sales de uranio.
El 25 de junio de 1903 Marie, dirigida por el propio Becquerel, defendió su tesis doctoral, titulada Investigaciones sobre las sustancias radiactivas, ante un tribunal presidido por el físico Gabriel Lippmann. Obtuvo el doctorado y la mención cum laude.
Marie Curie
En 1897 nace su primera hija Irène Joliot-Curie, que también obtuvo un Premio Nobel de Química en 1935, por su descubrimiento de la radiación artificial.
Durante sus años de investigación descubrieron que el Torio podía producir radiactividad y aislaron dos nuevos elementos químicos. El primero en 1898, fue nombrado como Polonio, en referencia a su país nativo. Polonia había sido particionada en el siglo XVIII entre Rusia, Prusia y Austria y la esperanza de Marie fue nombrar al elemento con su país nativo para atraer la atención hacia su pérdida de independencia. El Polonio fue el primer elemento químico que recibió su nombre por razones políticas. El segundo elemento fue llamado Radio debido a su gran radiactividad.
Trabajaban en un cobertizo y Pierre era el encargado de suministrar los medios y artilugios necesarios para que Marie trabajara. Pierre tenía temporadas de una gran fatiga que incluso le obligaba a guardar cama, además de que los dos sufrían quemaduras y llagas producidas por sus peligrosos trabajos radiactivos.
Tanto Marie como Pierre prestan todas sus investigaciones sin querer lucrarse de ello mediante patentes, un hecho que es aplaudido por todo el mundo.
En 1903 junto con Henri Becquerel y Pierre Curie, Marie fue galardonada con el Premio Nobel de Física, en reconocimiento a sus investigaciones conjuntas sobre los fenómenos de radiación descubiertos por Henri Becquerel. Fue la primera mujer en recibir tal galardón. Recibió por él 15.000 dólares.
En 1904 tiene a su segunda hija Eva Curie, tras sufrir un aborto, probablemente producido por la radiactividad.
Marie Curie
En 1906 tras la muerte de su esposo que fue arrollado por un carruaje, Marie obtuvo la cátedra de Física en la Sorbona que le había sido otorgada a Pierre en 1904 donde ya enseñaba desde 1900.
El 15 de noviembre de 1906 Marie Curie dio su primera lección, en la cual habló sobre la radiactividad. La expectación fue máxima, ya que se trataba de la primera vez que una mujer impartía una clase en la universidad en los 650 años desde su fundación. Acudieron gran cantidad de personas, muchas de ellas ni siquiera eran estudiantes.
En 1910 demostró que se podía obtener un gramo de Radio puro y en 1911 recibe en solitario el Premio Nobel de Química, reconociendo sus servicios en el avance de la Química, por el descubrimiento de los elementos Radio y Polonio, el aislamiento del Radio y el estudio de la naturaleza y compuestos de este elemento. No patentó el proceso de aislamiento del Radio, dejando abierta la investigación a toda la comunidad científica.
Marie Curie fue la primera persona a la que se le concedieron dos Premios Nobel en dos campos diferentes. La otra persona que lo ha obtenido hasta el presente es Linus Pauling (Química y Paz).
Durante la Primera Guerra Mundial Marie propone el uso de la radiografía móvil para el tratamiento de los soldados heridos. El coche llevaba el nombre de Petit Curie. Su hija Irène empieza a ayudarla con 18 años.
Marie Curie
En 1921 visita los EE.UU. donde es recibida triunfalmente. El motivo del viaje era recaudar fondos para continuar con la investigación. 
El 4 de julio de 1934 murió en la Clínica Sancellemoz, cerca de Passy (Francia), a causa de una anemia aplásica, probablemente debida a las radiaciones a las que estuvo expuesta en sus trabajos.
Fue enterrada junto a Pierre en el cementerio de Sceaux, pocos kilómetros al sur de París. En 1995 sus restos, junto con los de Pierre, fueron trasladados al Panteón de París.

sábado, 30 de junio de 2012

JOSEFA AMAR Y BORBÓN. Una zaragozana erudita

Josefa Amar y Borbón
Josefa Amar y Borbón, nació en Zaragoza en 1749. Hija de Ignacia de Borbón y Vallejo y de José Amar y Arguedas, médico de cámara del rey Fernando VI. Fue el quinto vástago de la familia y la primera hija.
Estuvo emparentada con muy ilustres familias de la región, incluso con el Conde de Aranda. En su familia destacan las profesiones liberales como las de médico o abogado y sus hermanos se dedicaron a la milicia y a la iglesia.
Tuvo tutores muy eruditos y fue una lectora apasionada. Para poder satisfacer su ansia de saber, aprendió latín, griego, italiano, inglés, francés, portugués, catalán y un poco de alemán. Le interesaron también las cuestiones bibliográficas. Alcanzó una erudición más que notable, que ejerció con independencia de juicio y no tuvo igual entre las escritoras españolas de su siglo. Conocía toda la obra de los ilustrados e ideólogos franceses y su pensamiento pasó de una Ilustración avanzada a un Liberalismo convencido.
Aborreció la extrema religiosidad de la cultura de la época, mostrándose en todo como una laica convencida. Nunca citó a escritoras religiosas, para ella fue como si no hubieran existido. En ese sentido, su feminismo fue más radical incluso que el de su contemporánea Margarita Hickey. Desaprueba que las niñas se eduquen en conventos de monjas y incluso que existan dichos conventos de monjas.
En 1772 a los 23 años, se casó con Joaquín Fuentes Piquer, un hombre viudo al que apenas conocía y mucho mayor que ella. Joaquín era oidor de la Audiencia de Aragón y murió en 1798 tras una grave enfermedad. Su hijo Felipe murió trágicamente.
En 1782 fue nombrada socia de mérito de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País. En 1787 lo fue de la Junta de Damas, vinculada a la Real Sociedad de Madrid y además socia de mérito de la Sociedad Médica de Barcelona.
Se dedicó principalmente a la traducción de obras extranjeras, mayoritariamente científicas. Entre 1782 y 1789 tradujo la totalidad de la obra del abate Francisco Javier Lampillas en siete volúmenes con el título Ensayo histórico-apologético de la literatura española contra las opiniones preocupadas de algunos escritores modernos italianos. La Sociedad de Amigos del País de Zaragoza, le encargó la traducción del Discurso sobre el problema de si corresponde a los párrocos y curas de aldea instruir a los labradores en los elementos de la economía campestre, acompañado del plan de Francesco Griselini.
En 1783 escribe Aritmética española y traduce Diario de Mequinez, libro que se había puesto muy de moda en Europa.
En la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, de la cual era socia,defendió la independencia y dignidad de la mujer, por medio de su traducción de uno de los libros europeos más famoso sobre el tema, el de Knox, Essay moral and literary y de varios discursos que escribió y pronunció entre 1786 y 1790: Discurso en defensa del talento de las mujeres (1786), Oración gratulatoria...a la junta de Señoras (1787) y Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres (1790). En todos estos discursos defiende el Feminismo de la igualdad: el cerebro no tiene sexo y la actitud de las mujeres para el desempeño de cualquier función política o social.
Vivió casi toda su vida en Aragón (Zaragoza, Tarazona, Borja). Murió en Zaragoza en 1833.

En esta página Web podéis leer: Discurso en defensa del talento de las mujeres, y de su actitud para el gobierno, y otros cargos en que se emplean los hombres. Creo que os gustará.






sábado, 23 de junio de 2012

HISTORIA DE LA MUJER EN EL ARTE DE CURAR

Desde tiempos remotos, la mujer ha participado en la práctica de la medicina, pero siempre ha tenido que luchar para hacerse valer en unas sociedades machistas y excluyentes. La medicina y otras ramas de la ciencia, estuvieron vetadas a las mujeres que gracias a su esfuerzo, fueron ganándose un lugar en su trabajo y en la historia.
Mujeres en las primeras sociedades
En las primeras sociedades, el concepto de enfermedad es mágico y misterioso. No existe distinción entre enfermedad orgánica, funcional y psicosomática. Reconocen como causa de la enfermedad la infracción de un tabú, el hechizo dañino, la posesión por un espíritu maligno, la intrusión mágica de un cuerpo extraño y la pérdida del alma.
Las tradiciones orales de las primeras sociedades hablan de la mujer como recolectora y descubridora de las propiedades medicinales de las plantas, y se dice que ya en el año 3000 antes de nuestra era las mujeres estudiaron y trabajaron como médicas y cirujanas.
Mujeres egipcias
En la antigua civilización egipcia, la medicina se enseñaba en las casas de la vida adjuntas a los templos. En ellas se realizaban los cuidados especiales a los enfermos y se formaba específicamente a médicos por medio de prácticas controladas por los sacerdotes, prácticas que luego aquellos ejercían con la clientela.
El conocimiento que tenemos sobre la medicina en esa época proviene del contenido de diversos papiros: el papiro Edwin Smith, que es el documento quirúrgico más antiguo que se conoce, pues data del siglo XVII a.C. y transmite conocimientos de una época anterior; el de Ebers, que es una recopilación de textos médicos; el de Lahun, que se refiere a ginecología; el de Hearst, que es un formulario médico práctico y el de Londres, que contiene numerosos encantamientos.
También nos han llegado indicios de la medicina egipcia a través de las ostracas y de recetas copiadas por los griegos, concretamente Hesy-Ra, que vivió hacia el año 3000 a.C.,es el médico más antiguo que se conoce.
El ejercicio de la medicina, pertenecía casi exclusivamente a los sacerdotes, pero existieron algunas escuelas de medicina dirigidas por mujeres, en las cuales se enseñaba a las alumnas la práctica de la medicina.
En Grecia, en el denominado Siglo de Pericles, por motivos políticos relacionados con la representación del poder, a la mujer helena, se le prohibió ejercer la medicina e incluso la obstetricia le fue negada. 
Agnodice
En esta sociedad destaca una mujer valiente y decidida a ejercer la medicina: Agnodice. Vivió durante el siglo IV a.C. y se disfrazó de hombre para seguir los cursos de medicina impartidos por el célebre médico Herófilo. Superó brillantemente el examen y se hizo ginecóloga. Sus éxitos profesionales despertaron la envidia de los otros médicos que la acusaron de abusar de sus pacientes, fue llevada ante el Areópago, la autoridad de esa época. En su defensa, Agnodice, decidió revelar su verdadera identidad, lo que agravó aún más la situación ya que fue acusada de violar la ley que prohibía a las mujeres ejercer la medicina y fue condenada a muerte. La sentencia no llegó a cumplirse gracias a que las mujeres de algunos principales ciudadanos de Atenas a las que había curado la defendieron y consiguieron que la ley fuese invalidada.
Botica romana
En la civilización romana, la medicina era esencialmente griega, pero los romanos hicieron tres contribuciones fundamentales: los hospitales militares, el saneamiento ambiental y la legislación de la práctica y de la enseñanza médica.
Los hospitales militares nacieron como respuesta a la expansión progresiva de la República y del Imperio. Donde más avanzó la medicina fue en el ejército. En época republicana no existía la asistencia sanitaria, los legionarios eran abandonados a su suerte o al cuidado de sus compañeros. Ocasionalmente eran atendidos por los médicos personales de los generales. Generalmente eran atendidos con algunas hierbas o ungüentos.
El saneamiento de la cuidad se desarrolló desde sus inicios y sobre todo con las obras de la construcción de la cloaca máxima.
Ley de las XII Tablas
En la Ley de las XII Tablas, se prohiben los entierros dentro de los límites de la ciudad, los ediles eran los responsables de la limpieza de las calles y de la distribución del agua. El aporte de agua se hacía por medio de acueductos que luego se distribuía a fuentes, cisternas, baños y a casas particulares. El agua usada para los baños era casi gratuita. También se recolectaba el agua de lluvia, que era utilizada para preparar medicinas. En general las condiciones de higiene ambiental en Roma eran tan buenas que desconocía por completo la existencia de microbios. Julio Cesar, concedió la ciudadanía a todos los que ejercieran la medicina en Roma. Los honorarios de un médico eran altísimos.
Se estableció un servicio médico publico, la cuidad contrataba a los médicos y les proporcionaba local e instrumentos para que atendieran de forma gratuita a cualquier persona que solicitara ayuda. Los salarios de estos profesionales los fijaban los consejeros municipales.También se creó el servicio médico de la casa imperial y muchos patricios tenían a su servicio a médicos para que atendieran a sus familias. Con el tiempo también se legisló que la elección de un médico al servicio público debería ser aprobada por otros siete miembros de ese servicio. 
Salpe de Lemmos
Las mujeres fueron aceptadas como médicas, algunas lograron un gran prestigio. Muchas de ellas escribieron tratados fundamentales, como Filistra y Lais, que fueron especialistas en obstetricia. Salpe de Lemmos, escribió sobre las enfermedades de los ojos y Metedora sobre las del útero, estómago y riñones. Los tratados de Aspasia, médica especializada en obstetricia, ginecología y cirugía, que vivió en el siglo II, fueron los escritos femeninos sobre anticonceptivos y abortivos más importantes hasta el siglo XI.
La Edad Media, período comprendido desde el año 476 con la caída del imperio romano, hasta el 1492 con el descubrimiento de América. Es ésta una época oscura, sumida en el retroceso intelectual y cultural y un aletargamiento social y económico, predominando el aislamiento, la ignorancia, la teocracia, la superstición y el miedo milenarista.
La educación médica, dejó de ser laica y los interesados en ella debían de tomar los hábitos y seguir las reglas de las distintas congregaciones. Si incluso para los hombres resultó difícil optar al estudio y práctica de la medicina, para las mujeres fue imposible.
Madre Hildegarda
En 1098 en Alemania, nace Hildegarda en el seno de una familia alemana bien acomodada. Al ser la menor de diez hijos, fue considerada como el diezmo para Dios y  le fue consagrada desde su nacimiento, según la mentalidad medieval. Se dedicó a la vida religiosa y fue entregada para su educación a Jutta de Spanheim, que le instruye en el rezo, en la lectura del latín, en la lectura de la Sagrada Escritura y en canto gregoriano.
Cuando Hildegarda cumplió catorce años, ambas ingresaron en el monasterio Disibodenberg. Este monasterio era masculino, pero acogió un pequeño grupo de reclusas en una celda anexa bajo la dirección de Jutta. Esta celda se convirtió en un pequeño monasterio donde Hildegarda continuó con su educación.
Desde muy niña tuvo visiones y a los cuarenta y dos años, en un episodio de visiones más fuerte, recibió la orden de escribir las visiones que tuviese en adelante. A partir de entonces escribe sobre sus experiencias.
Su conocimiento científico es experimental y con gran sentido de la realidad, lo contempla atentamente y lo interpreta a la luz de la fe y de la visión interior que la caracteriza.
A pesar de esto, en las obras de medicina, de farmacología, de hierbas y de plantas medicinales, no entra el conocimiento sobrenatural, sino que son fruto de la observación de la naturaleza, de las enfermedades de las monjas y de los vecinos, y de las parturientas del pueblo que ella atendía. Es una mujer observadora y aguda que toma nota de todo aquello que ve y busca las causas.
Sus conocimientos sobre la psicología y la fisiología del hombre y de la mujer sorprenden. Tenía conocimientos de anatomía y de fisiología, también de la psicología diferencial femenina y masculina, y de las propiedades de muchas hierbas medicinales.
Todo ello lo aplicaba para curar, pero sobre todo creía en la fuerza de la oración. Tenía un verdadero arte de curar.
En su obra Causae et curae (causas y tratamientos) utiliza métodos de medicina natural, pero también una especie de psicoterapia espiritual, en la que emplea la fuerza que le viene de la experiencia de Dios junto con la fina intuición y las dotes de observación que le permiten el conocimiento de las personas para comprender aquello que éstas necesitan. Sus obras lo testifican, aparte de algunos milagros que se le atribuyeron. El hecho es que había pasado la vida escuchando a las personas, observándolas, rezando por ellas. Su arte de curar debía ser una especie de terapia psicosomática que, unida a la oración, tenía efectos sorprendentes. La gente hacía cola ante el monasterio para hacerse curar sus enfermedades. No podemos saber exactamente la terapia que utilizaba, pero debía de emplear hierbas medicinales, ya que las estudiaba y catalogaba, anotando sus propiedades curativas.
Consideraba a la persona en su unidad: física, psíquica y espiritual. Examinaba a la persona entera, se preguntaba el porqué y la causa de la enfermedad. Asociaba la curación del espíritu con la del cuerpo, y al revés. Sabía que los pensamientos y los sentimientos mal integrados pueden enfermar. También empleaba la escucha, una escucha activa y atenta, llena de interés por la persona que tenía delante y sus problemas. Y sobre todo empleaba la oración. La curación no era algo mágico, era por gracia y don de Dios que se servía de ella para dar la salud y la alegría a aquel que lo necesitaba. Y su fama de terapeuta se extendió por muchas regiones. Era una terapeuta holística y humanista.
Es conocida como Sibila del Rin o Profetisa teutónica y el papa Benedicto XVI ha anunciado su decisión de otorgarle el título de Doctora de la Iglesia.
En la época Renacentista, dos hechos históricos marcaron el modo de ejercer la medicina e incluso de enfermar. Por un lado, las grandes plagas que asolaron el final de la Edad Media, que causaron la muerte de 20 a 25 millones de europeos. Por otro, los siglos XV y XVI, tuvieron en Italia el origen de unas filosofías de la ciencia y de la sociedad basadas en la tradición romana del humanismo. Es la época de los grandes anatomistas, cuya evidencia experimental acaba con los errores anatómicos y fisiológicos de Galeno.
Luoyse Bourgeois
En 1563 nace en Francia Luoyse Bourgeois. Su padre es un famoso médico de la época y su madre ayuda a su padre como enfermera. Ellos intentaron enseñarle todo lo que pudieron a su hija, quién pronto demostró sus dotes para la medicina como matrona e investigadora en medicina femenina.
Se casó con un médico pero siguió con sus estudios e investigaciones a pesar de tener dificultades para costearse su formación, ya que las mujeres no cobraban por su labor. En 1598, consiguió licenciarse legalmente, lo que le permitió dedicarse de forma oficial a ejercer la medicina, en concreto como matrona, donde obtuvo excelentes resultados.
En 1601, María de Medici, esposa del rey Enrique IV, aconsejada por varias señoras de la Corte Real, hace llamar a Luoyse para que la asistiera en el parto de su primer hijo, el futuro rey de Francia. Quedó tan complacida con su asistencia que requirió sus servicios para los siguientes cinco hijos que tuvo. Recibió 500 libras por cada hijo y 300 libras por cada hija, algo inaudito, cuando las comadronas que asistían a la familia real o la nobleza solían cobrar 50 libras, cuando no lo hacían gratis. El rey Enrique IV le asignó 300 libras como jubilación.
Se dedicó a investigar, e incluso llegó a escribir un libro. Además de sus descubrimientos en el campo de la obstetricia, asoció la mala alimentacion como uno de los factores que conllevaban a la anemia y la utilización del hierro para su tratamiento.
En la Edad Moderna, en el siglo XVII, los médicos se atreven a sugerir el estudio interno de las personas después de muertas, lo que serviría para conocer más las causas de las enfermedades y poder aplicar mejor la medicina en las personas enfermas. El primer médico que abrió un cuerpo fue quemado, pero otros estudiosos como William Harvey o Miguel Servet, se dedicaron a investigar a escondidas en los depósitos de cadáveres.
Más tarde en el siglo XIX, el invento del microscopio óptico, permitió a los investigadores descubrir las causas de las enfermedades y descartar definitivamente a los malos espíritus del mundo de la medicina.
En el mundo moderno hasta la segunda mitad del siglo XIX, las escuelas médicas estuvieron cerradas para las mujeres y si alguna ingresaba, era clandestinamente. No es hasta finales del siglo XIX que las universidades de varios países del mundo admitieron a las mujeres como estudiantes, como profesoras o como practicantes de la medicina.
En esta época destacaron:
Marguerite de Terte, en 1677, registró sus experimentos sobre el líquido amniótico y el suero sanguíneo.
Mari Anne Victorine Boivin
Mari Anne Victorine Boivin, en 1773 hizo descubrimientos anatómicos relacionados con el embarazo, fue quien utilizó por primera vez un estetoscopio para escuchar el corazón del feto. Su obra sobre las enfermedades del útero, fue durante muchos años el libro de texto primordial para el estudio de la ginecología.
Charlotte von Sichold
Charlotte von Sichold Heidenreich, en 1817 publicó sus trabajos sobre el tratamiento de los embarazos extrauterinos.
Harriet Hunt
Harriet Hunt (1805-1875), intentó asistir a clases en la Harvard Medical Scholl. En un principio fue aceptada por la facultad, pero a petición del decano de esta escuela, los estudiantes (todos hombres), rechazaron su ingreso con argumentos francamente misóginos. Finalmente, sorteando toda clase de dificultades, obtuvo un doctorado en Siracusa como médico homeópata. Llegó a ser profesora de obstetricia y enfermedades de la mujer y los niños en el Rochester College. Más tarde  emigró a Londres donde se dedicó a la frenología.
Elizabeth Garret Anderson
Elizabeth Garret Anderson (1836-1917), enfermera del Middlesex Teaching Hospital, estudió con maestros particulares y asistió a todas las clases de química y anatomía que pudo. Al obtener certificado de honor en todos sus exámenes, le rogaron que mantuviera en secreto sus éxitos. En 1866, cuando un renombrado médico visitó la clase y formuló una pregunta que sólo ella pudo contestar, los estudiantes varones pidieron su expulsión. Como no fue admitida en las universidades inglesas, estudió francés y se inscribió en la Universidad de París, que empezaba a admitir mujeres en los cursos de medicina. Fue la primera mujer en presentarse a los exámenes para obtener el título de médico, que recibió en 1870, pero el Registro Médico Británico se negó a reconocer el título expedido en Francia. No obstante, inició con éxito su carrera de cirujana y fundó una clínica para mujeres. Posteriormente llegó a ser presidenta de la London School of Medicine for Women y durante 19 años fue la única mujer miembro de la British Medical Association. 
Matilde Montoya
Matilde Montoya (1859-1938), fue la primera mujer médica graduada en México. Después de estudiar en las ciudades de México y Puebla, recibe en 1873 el título de Obstetra, más no satisfecha decide continuar con los estudios preparatorios y después pide su ingreso en la Escuela Nacional de Medicina, hasta convertirse en la primera mujer mexicana que recibió el título de médico cirujano, en 1887. 
En 1925, junto a la doctora Aurora Uribe fundaron la Asociación de Médicas Mexicanas. Matilde logró que el término de "partera" no fuese usado de manera despectiva, precisamente por esto fue una de las mujeres más vitoreadas  y de las que más se habla en esta época.
En la Edad Contemporánea, en el siglo XX y parte del XXI, la medicina ha avanzado a pasos agigantados. Hoy se tiende a intentar que el paciente colabore en su tratamiento, informándole de forma puntual y precisa de todas sus dolencias y enfermedades a fin de que asuma un papel activo en su recuperación.
En esta época han destacado las siguientes premio Nobel en medicina:
Gerty Thresa Cori
Gerty Thresa Cori, nacida en Praga en 1896 y nacionalizada estadounidense, es la primera mujer a nivel mundial en ser galardonada con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina. Lo obtiene por descubrir el mecanismo por el cual el glucógeno (un derivado de la glucosa), se convierte en ácido láctico en el tejido muscular y luego es resintetizado en el cuerpo y almacenado como fuente de energía (conocido como el ciclo de Cori). 
Obtuvo también un reconocimiento a su trabajo en el esclarecimiento del metabolismo de los carbohidratos. 
Junto a su marido, estudiaron el papel de los azúcares en el cuerpo animal y los efectos de la insulina y de la adrenalina. 
Fueron pioneros en la investigación de hormonas y enzimas, las proteínas que permiten a las células funcionar, crecer y reproducirse. 
Rosalyn Yalow
Rosalyn Yalow, nacida en EE.UU. en 1921, fue galardonada con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1977 por su técnica de radioinmunoensayo. Dicha técnica permite analizar químicamente los tejidos y sangre humanos para detectar enfermedades, como la diabetes. 
Revolucionó los métodos de diagnóstico  porque utilizaba una parte muy pequeña de sangre o tejido, es relativamente barata y fácil de efectuar. Los bancos de sangre utilizan RAI para asegurarse que la sangre que utilizan en los hospitales no porta enfermedades. También sirve para detectar el uso de drogas, la presión sanguínea alta, la infertilidad, identificar a tiempo el hipotiroidismo en bebes y prevenir su retraso mental y muchas otras enfermedades.
Un aspecto notable de este invento es que no fue patentado, permitiendo su uso a toda la humanidad.
Barbara McClintock
Barbara McClintocknacida en EE.UU. en 1902. Fue una científica especializada en citogenética.
Se doctoró en Botánica en 1927 por la Universidad Cornell, donde lideró el grupo de citogenética del maíz, logró identificar 10 cromosomas del maíz.
Debido al gran nivel de su trabajo científico, fue galardonada en varias ocasiones, entrando a formar parte de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. en 1944.
Obtuvo el Nobel en Fisiología y Medicina en 1983 por su descubrimiento  de elementos genéticos móviles, treinta años después de que realizara dichos descubrimientos. 
Académicamente recibió catorce doctorados honoris causa en Ciencia, así como uno en Humanidades.
Rita Levi Montalcini
Rita Levi Montalcini, nació en Turín en 1909. Obtuvo la licenciatura en Medicina, doctorándose en Neurocirugía. 
Al terminar la Segunda Guerra Mundial, emigró a EE.UU. donde trabajó en el laboratorio Viktor Hamburger del Instituto de Zoología de la Universidad de Washington. 
Sus trabajos conjuntos con  Stanley Cohen, sirvieron para descubrir que las células sólo comienzan a reproducirse cuando reciben la orden de hacerlo, orden que es trasmitida por unas sustancias llamadas factores de crecimiento. Este trabajo avanzó el conocimiento de algunas enfermedades neurológicas y su tratamiento, el desarrollo de terapias de regeneración de tejidos y el estudio del cáncer. 
Obtuvo el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en el año 1986 que compartió con Cohen.
Chistiane Nüsslein-Volhard
Christiane Nüsslein-Volhard, nació en Alemania en 1942. Estudió inicialmente Biología en Fráncfort, después cambió a Física y posteriormente a Bioquímica. 
Trabajó en el Instituto Max-Planck en Tübingen, donde realizó los descubrimientos por los que recibió el Nobel de Medicina en 1995 junto con Edward B. Lewis y Eric Wieschaus. Dichos trabajos permitieron estudiar el sesarrollo embrionario de la mosca de la fruta (Drosóphila) e identificar las mutaciones y varios genes que funcionan controlando el desarrollo embrionario, genes de efecto materno. 
Desde 1985 dirige la división de genética del Instituto Max Planck de Biología del Desarrollo en Tübingen (Alemania), con lo que se convirtió en una de las cinco mujeres directoras, entre los más de doscientos directores.
Gertrude Belle Elion
Gertrude Belle Elion, nació en Nueva York en 1918, de origen judío. Se licenció en el Hunter College en 1937 y en la Universidad de Nueva York en 1941. Trabajó como asistente de laboratorio y profesora de instituto antes de convertirse en asistente de George H. Hitchings en la compañía farmacéutica Burroughs-Wellcome (actualmente GlaxoSmithKline). Nunca obtuvo un título formal de doctora, pero posteriormente fue reconocida con un título honorario por la Universidad George Washington. Enseñó en la Universidad de Duke.
Trabajando junto a George Hitchings, revolucionaron la producción de medicamentos y la medicina, pues en vez del método tradicional de prueba y error, estudiaron las sutiles diferencias en la reproducción celular y desarrollaron drogas que interrumpían el ciclo celular de las anormales, sin alterar las sanas. Sus medicamentos hicieron posible los transplantes de órganos. Sus drogas hicieron que la leucemia infantil dejara de ser mortal (hoy en día, sobreviven el 80% de los que la padecen). También desarrolló tratamientos para gota y herpes (enfermedades que pueden ser fatales para pacientes que reciben quimioterapia) y desarrolló la primera droga que destruye virus. Su investigación sentó el fundamento de la AZT, que durante años ha sido la única droga aceptada en USA para los pacientes con SIDA. 
En 1988, recibió el Premio Nobel de Medicina, conjuntamente con George Hitchings y Sir James Black. En 1991 le otrogaron la Medalla Nacional a la Ciencia y en 1997 el Premio Lemelson-MIT al logro de toda una vida. En 1991 se convirtió en la primera mujer en pertenecer al National Inventors Hall of Fame. Murió en Carolina del Norte en 1999, a la edad de 81 años.